Han sido 13 horas y 8 minutos de navegación ininterrumpida y más de 70 millas recorridas
Dani Anglada Pich (Barcelona, 1986) ha logrado un hito histórico: convertirse en la primera persona invidente total (B1) en completar en solitario la vuelta a la Isla de Wight (Reino Unido) a bordo de Lady, su patín a vela o “patí català”, una embarcación singular de 5,6 metros sin timón, orza ni botavara, gobernada únicamente con el cuerpo y el trimado del mástil y la vela.
Lo que empezó a las 08:01 horas del 24 de julio, con el tradicional cañonazo del Royal Yacht Squadron, se transformó en una auténtica odisea marítima. En el primer tramo, hasta The Needles, alcanzó velocidades de hasta 12 nudos, para después adentrarse más de 8 millas en el Canal de la Mancha en busca de viento. Navegó durante más de seis horas en mar abierto hasta alcanzar el faro de St. Catherine’s y, ya en el tramo final, afrontó su mayor desafío: la zona de Bembridge, con mar cruzada, rachas de viento de fuerza 6 (22-27 nudos) y un complicado cambio de marea.
Exhausto, helado y al límite de sus fuerzas, cruzó la línea de llegada pasadas las 21h, validando no solo su protocolo de navegación diseñado para personas con discapacidad visual, sino también la tecnología háptica que le permitió orientarse y mantener la seguridad a bordo. Entre lágrimas, agradeció a su embarcación haber resistido cada milla: “solo debemos escuchar y sentir, el patín habla”, suele decir Dani.
Más que deporte: un reto por la vela inclusiva y los Juegos Paralímpicos
“No es solo un desafío deportivo, es la prueba de que no existen discapacidades, sino capacidades distintas. Con protocolos adecuados, tecnología y preparación, todo es posible”, declaró emocionado tras llegar a meta.
El logro trasciende lo personal y lo deportivo: supone un paso decisivo hacia una náutica inclusiva y universal, demostrando que la autonomía, la seguridad y la toma de decisiones son posibles para cualquier navegante con la formación y las herramientas adecuadas. Este reto se enmarca en el proyecto Yes We Sail, impulsado por el propio Dani, que trabaja por el desarrollo de tecnología adaptada, programas de formación y la defensa de un objetivo común: el regreso de la vela a los Juegos Paralímpicos de Brisbane 2032.
Una gesta en la cuna mundial de la vela
La Isla de Wight no es un escenario cualquiera: aquí se disputó por primera vez la Copa de las 100 Guineas en 1851 –origen de la actual America’s Cup, o Copa América en español– y se celebran regatas míticas como la Rolex Fastnet, la Admiral’s Cup o la Cowes Week. En este mismo marco histórico, Dani Anglada Pich ha demostrado que navegar sin vista, pero con visión, también puede escribir páginas legendarias.
Fuente: yeswesail.org