iQFOiL Femenino
Pilar Lamadrid (1996 – CN Pto Sherry – Andalucía))
Esta es mi primera campaña olímpica oficial. Anteriormente estuve tanto en el equipo preolímpico de Rio como en el de Tokio, haciendo de sparring con Blanca Manchón, pero al cien por cien dedicada al deporte es mi primera campaña.
De sparring a tu propia campaña olímpica. Diferencias
La principal es que como sparring yo estaba en modo observadora, intentando analizar cómo es una campaña olímpica y ahora he ido aprendiendo mucho desde una posición donde soy capaz de tomar mis propias decisiones y aprendiendo de ellas.
El mejor y el peor momento de tu campaña olímpica
El mejor momento, aunque haya varios, fue ganar mi primera competición en los iQGames de Lanzarote tanto en 2022 como en 2023, verme ahí delante y con posibilidad de estar peleando por estar en el podio fueron momentos que siempre voy a recordar. Y siempre hay momentos de sabor un poquito más agridulce pero el más duro y también de lo que más he aprendido ha sido la temporada un poco incompleta de 2023, en la que pasé una lesión por la que no podía dar mi cien por cien; tuve que adaptarlo todo para poder seguir pero sí, desde el Trofeo Princesa Sofía hasta el final del Mundial fueron meses duros, pero también creo que he aprendido mucho.
¿Cómo te mueves en una clase nueva en la que no hay precedentes?
De primeras está bien que sea una clase nueva porque todos partimos de la misma base, no hay nadie bueno. Y el primero que se empieza a trabajar y a investigar con el material es el va delante y es un poquito lo que me pasó a mí que al aplazarse los Juegos de Tokio tuve la opción de estar con el iQ y fue un avance importante.
Después llega un punto, en el que estamos ahora, en el que se ha vuelto a igualar todo. Se puede seguir exprimiendo pero creo que en estos tres años le hemos sacado muchísimo partido a la nueva tabla.
El nivel de la flota es ya muy alto alto y la diferencia recae bastante más en la elección táctica y estratégica y cómo estés físicamente. El físico tiene más importancia de la que pensábamos que iba a tener pensábamos que iba a tener el principio.
¿Cómo has gestionado el largo periodo de selección?
No pensando en ello, sinceramente. Después del mundial de La Haya, que no fue mi mejor mundial, no estaba tampoco en mi mejor momento, sí físico, pero mentalmente no estaba todavía preparada para competir. La mejor opción era olvidarse de la selección y centrarse a trabajar como si fuera a los juegos en verano e intentar ser la mejor regatista. Si trabajas con un objetivo claro y grande todo lo que venga alrededor va a ser consecuencia.
¿Qué deberes te quedan para llegar a los Juegos?
Muchos, y cuando te crees que ya has cumplido esos deberes salen más deberes. Esa mejor versión a la que siempre aspiramos es una utopía, porque cuando llegas siempre hay un poquito más donde apretar y seguir trabajando tanto a nivel físico como de material.
¿Cómo ha sido el proceso de selección a nivel de equipo?
Es la primera vez que me enfrento a una selección como tal y siempre me lo habían avisado, que el año de selección siempre es un poco más raro. Pero al final cada una mira por su propio bien, ha sido una evolución de estar entrenando mucho juntas a cada vez menos. Creo que ahí se le podría dar una vuelta para intentar que de verdad el equipo llegue hasta el final y de hecho para el ciclo siguiente es uno de mis objetivos.
Algo que inicialmente te pareciera difícil y después ha resultado no serlo
Encontrar el ajuste de carga que mejor se adapta a mí, cuadrar bien la planificación de concentraciones con el equipo con el programa de entrenamientos personal y que todo fluya nos ha costado. Cada uno tenemos unas necesidades y es ir probando con más días de agua, menos días de agua, recorto tiempo en casa, sumo días de gimnasio… ver qué es lo que mejor te sienta. Este año hemos dado con la forma de trabajar que me gusta.
¿Bajo qué condiciones te sientes más cómoda navegando?
Siempre ha sido de caña… me gustan todos los vientos, no hay una condición que diga por favor esta condición no, pero cuando ya se puede apretar y rápido estoy en mi salsa.
¿Sientes la presión que acecha?
Todavía no. Cuando se habla de los Juegos recuerdo que estamos en 2024 y que en unos meses estaremos en Marsella, pero estoy bastante centrada en el ahora y en seguir mejorando pasito a pasito. Supongo que cuando se acerque el momento pues ya hablaremos de otra cosa.
¿Tu apoyo fundamental?
Desde siempre ha sido mi familia. Tanto mi padre como mi hermano que ahora incluso me está priorizando a la hora de entrenar y lo tengo conmigo a tope.
¿Qué significan para ti los Juegos?
Los Juegos, y no solo hablando de la vela, son el punto máximo del deporte. Poca gente se prepara durante 4 años para un único momento, estamos muy acostumbrados a tener objetivos mucho más a corto plazo. Es la fiesta del deporte que todo el mundo sigue y que todo el mundo vive. En mi caso es una forma de acercarme a otros deportes y de vivir el deporte en general.
En nuestro deporte es lo que lo sustenta y a mí en un principio fue lo que me motivó. La medalla de oro de Marina la viví en directo y fue como si estuviésemos allí mismo. Pero luego, una vez metida en el camino te das cuenta de que es mucho más que los Juegos, es intentar ser el mejor regatista que puedas ser.
Pros y contras de tu vida en continua campaña olímpica
En los pros el estilo de vida que llevamos, nada monótona, y eso hace que tengamos otras aspiraciones y que veamos la vida de otra forma, intentando siempre mejorar, dando todo de ti continuamente. Cuando miras a personas con una vida una poco más cotidiana me doy cuenta de que yo no quiero eso; incluso cuando deje el deporte yo sé que no voy a querer una vida monótona porque quiero aspirar a más, quiero ser al final deportista.
¿Cómo funcionas como tándem con tu entrenador, Mateo Sanz?
Al principio todo era un poco raro porque era todo como muy nuevo, Mateo era la primera vez que estaba de entrenador y además con chicas que sé que somos un poquito complicadas a veces, pero creo que nos podemos llegar a parecer un poco en la personalidad y hemos cuajado bastante bien. Los dos tenemos claro cuál es el objetivo, somos personas trabajadoras y que nos hemos hecho a nosotros mismos a base de trabajo, esto ha hecho que la convivencia sea bastante fácil y que nos hayamos entendido bien.
¿Qué necesitas de un entrenador?
Que no me diga exactamente lo que tengo que hacer, necesito que sea algo muy de tú a tú. Es verdad que hay momentos en los que necesito que me exijan y momentos en los que no, que sea como si el entrenador estuviese montado en mi tabla y que al final lo viva exactamente igual que yo.
¿Qué papel juega tu hermano en tu campaña?
Juega un papel bastante importante porque de alguna forma él vive al cien por cien lo que estoy viendo yo, es la persona que más me motiva, que más me inspira. Me ha ayudado a entender que siempre se puede dar un poquito más, que aunque haya días malos se le puede dar la vuelta perfectamente y que se trata de trabajar y de tener fe. Mi hermano es mi motivador y mi inspiración.
¿Deberes hasta los Juegos?
Seguir trabajando como lo estamos haciendo. Más que cambiar cosas hay que seguir, hay que insistir y seguir trabajando en esta línea.
¿Cuál es la dificultad del campo de regatas de Marsella?
Creo que la mayor dificultad que podemos tener es que en esa fecha tengamos poco viento porque se complican bastante las regatas.
En cuanto al formato de competición del iQFOiL, con tanta presión el último día, cómo lo ves y cómo lo estás trabajando?
La forma de trabajarlo es hacer un cambio de chip. En las finales se trata de salir a cuchillo, tener súper claro lo que quieres hacer, no fijarte en las demás y estar en ese momento, que no se te pase por la cabeza el pensamiento de toda la semana a la basura o de voy en cuartos y puedo quedar décima. Borrar absolutamente todos los pensamientos y estar en el aquí, ahora y en esa manga que al final dura 6-7 minutos.
¿Qué hay después de los Juegos?
Todavía le estoy dando vueltas porque estudié fisioterapia pero sé que no quiero ejercer como fisioterapeuta, pero sí me gustaría que todo lo que estoy aprendiendo, tanto la parte de salud, de rendimiento, como de mi deporte, que sirviera para ayudar a otras personas a llevar un estilo de vida, una filosofía.
¿Un buen resultado en Paris 2024?
Una medalla.
¿Dónde te ves de aquí a diez años?
Nunca se sabe, pero creo que ya estaré en marcha con mi siguiente proyecto.


