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Han dominado con autoridad el global de 13 pruebas disputades bajo unas condiciones de viento muy complejas

Los regatistas Pablo Völker y Federico Polimeni, del Real Club Náutico de Tarragona, se han proclamado campeones del mundo de la categoría F18 de catamaranes. La competición se ha celebrado esta semana en la bahía de Roses, en cinco jornadas durante las cuales se han podido disputar hasta 13 pruebas bajo unas condiciones de viento muy cambiantes, y que han puesto a prueba la capacidad técnica y organizativa del staff, y la habilidad de los regatistas en sus maniobras.

De los 130 catamaranes que han tomado parte en la competición, Völker y Polimeni se han impuesto con mucha autoridad al resto de embarcaciones. Sólo los australianos Brett Burvill y Max Puttman han podido seguirles de lejos y han consegudio la medalla de plata, seguidos en el tercer puesto del podio por Toni Rivas y Jordi Sánchez, del Club Náutico Garraf.

La semana de competición ha sido muy condicionada por las complicadas condiciones meteorológicas, con vientos muy variables. Los regatistas, procedentes de 22 países de todo el mundo, han tenido vientos de Tramuntana, Levante, Xaloc y Migjorn, y han tenido que exprimirse a fondo para dominar sus catamaranes en un campo de regatas muy exigente.

La F18 es una categoría en la que coinciden jóvenes que emergen de las clases de detección de talentos, con contrastados regatistas que han ocupado los puestos más altos en los podios de campeonatos nacionales y mundiales durante su auge deportivo. Este conglomerado de regatistas ha encontrado en el Club de Vela Ballena Alegre su referente internacional, y tanto la Asociación Internacional F18 como el Club ya planifican el próximo campeonato del mundo en la Costa Brava

Una experiencia sostenible y un impacto económico de 8 millones

Este evento deportivo es una herramienta de desarrollo económico y social, y los organizadores estiman en unos 8 millones de euros el impacto de este evento sobre el territorio.

Al mismo tiempo, el Club de Vela Ballena Alegre trabaja para promover la conciencia medioambiental e implementar acciones concretas para proteger y restaurar los recursos naturales del Empordà, especialmente su entorno pesquero y los ecosistemas marinos. Precisamente este año el club celebra 25 años de dinamización de los deportes náuticos, y esta semana se ha aprovechado la celebración del mundial, y la presencia de los regatistas, para colaborar con el proyecto de reforestación de posidonia en cala Galladera en el Cap de Creus y el proyecto de regeneración de sepias en la misma bahía de Roses.

Fuente: CV Ballena Alegre