iQFOiL Masculino
Nacho Baltasar (2004 – CN Sa Ràpita – Baleares)
Esta es mi primera campaña, de la que solo he hecho estos dos últimos años. Ha sido muy exprés y espero que no sea la última.
Recorrido en la clase iQFOiL
Empecé en juvenil y entrenaba en Mallorca, donde teníamos un equipo muy bueno y eran los principios iQFOiL. Teníamos un entrenador que nos metía mucha caña y nos mantenía a todos muy unidos y ese fue el punto de partida de Bernat Tomás y mío, que competimos juntos desde pequeños. Compaginábamos la tabla de absoluto con la de juvenil y eso nos fue muy bien para que a la hora de dejar atrás la juvenil ya tener muy por la mano la de absoluto. El día que nos pusimos en serio con el absoluto la Federación nos acogió con las manos bien abiertas y nos metió a entrenar con el equipo. Teníamos un potencial increíble y a base de trabajo hemos ido para arriba y seguimos yendo para arriba y no se ve el final…
Lo que pensabas que sería una campaña olímpica y lo que está siendo
Yo iba con la lancha a ver los europeos que había en el Arenal y yo no quería estar en ese nivel de competición porque los veía todo el través remando y haciendo un sacrificio increíble. Pero es verdad que es muy divertida y tenemos tiempo para disfrutar. También es bueno tener un entrenador que te que te apoya y que te empuja a desconectar y a disfrutar de los sitios en los estamos. Además, si fuerzas la máquina, se quema.
¿Es más fácil la categoría con una tabla que vuela?
Al principio parecía que sí, que era una clase un poco más suave comparada con el RS:X, pero hoy creo que es igual de dura porque al final pesamos mucho más, tenemos que trabajar mucho lo de subir de peso y además tenemos que tener mucho cardio. Cuesta muchísimo encontrar el equilibrio y ahora mismo remamos mucho.
El mejor y el peor momento de esta campaña
El mejor momento yo creo que ahora, esta temporada está siendo muy bonita y la estoy disfrutando muchísimo. El peor momento fue al principio de todo, hace dos años, porque yo tenía 17 años, era un niño. Hasta entonces, cuando teníamos que viajar lo hacía con mis compañeros que eran mis mejores amigos y disfrutábamos de cada campeonato como si fuera el último. Pasar al absoluto es mucho más serio, fue como un choque y me costó un poco porque estaba mucho tiempo fuera de casa, era como que me habían extraído de mi vida que de un día para otro cambió totalmente. Pero me acostumbré y al final le he cogido gusto y esto es una adicción.
¿Te ha ayudado alguien en los momentos bajos?
Sí, siempre he sido muy extrovertido y he buscado ayuda. Me ayudaron mucho mi familia y mis amigos. Y Lidia, que era mi novia, podía hablar con ella cada día y me desahogaba. Lo pasas muy mal porque estás 20 días fuera de casa y te encierras en ti mismo, en rutina de entreno, y si no desconectas, que es al principio era lo que me faltaba, desconectar. Al principio no estaba en mi punto fuerte físicamente y tenía que mejorarlo y solo con los entrenos acababa muerto, llegaba a casa y solo dormía. Eso hacía que no pudiera disfrutar de donde estaba… yo odiaba Lanzarote y ahora la adoro. La cabeza es importantísima y si no la tienes sana no funciona ninguna parte de tu cuerpo.
El equipo de iQFOiL transmite una energía especial, ¿cuál es la clave?
En la Federación que hay mucho equipo entre todas las clases. El trabajo que ha habido detrás de los contenidos de prensa y social media nos ha unido a todos. Yo no conocía a nadie y me he dado cuenta de que somos muchos en la misma situación, y no hay nadie que te ayude más que quien esté en la misma situación que tú.
También es muy importante el trabajo del entrenador, que a menudo no se ve. El tiene que mantener al equipo unido y eso es muy complicado cuando los tres peleamos por lo mismo y solo llega uno.
¿Qué representan para ti los Juegos Olímpicos?
No lo sé todavía, es un sueño. Lo único que tengo claro es que quiero disfrutarlos al máximo, quiero sacarles jugo al cien por cien, quiero llegar el primero a París e irme el último y que no me quede nada por disfrutar porque no sé si voy a ir a otros Juegos. Quiero darlo todo, demostrar que confiar en mí valió la pena porque al final mucha gente está detrás de mí ayudándome y ha confiado en mí cuando no era nadie.
¿Sientes presión?
No, presión la verdad que no. Tengo 19 años y la presión ya me llegará más adelante.
¿Qué trabajo queda pendiente para los Juegos?
Aparte de seguir entrenado, todavía me queda trabajo a nivel psicológico, elegir el material con el que voy a competir y subir un poco más de peso. También me ayudará ir a Marsella, establecerme y estar tranquilo hasta los Juegos.
¿Haber navegado en otras clases te aporta un beneficio?
Creo que eso ha sido importantísimo en mi vida, he formado una base increíble en la vela latina y eso me ha ayudado a tener experiencia y disciplina y a todo lo que le falta al windsurf, que al final es una categoría de playa y siempre le ha faltado ese puntito de disciplina que me lo ha dado la vela latina. También me ha ayudado a gestionar la presión pues desde los 11 años estoy haciendo campeonatos de España e internacionales que en cada ocasión consideras el más importante de tu vida, y cuando llegue el más importante será igual que los demás.
¿Qué sería para ti un buen resultado en París?
Que al acabar pueda decir “he hecho todo lo que podía hacer”. Creo que lo más complicado es estar satisfecho al cien por cien y ese es mi objetivo principal. También quiero una medalla, al principio sólo pensaba que ya estaba en los juegos y ahora empiezo a ver objetivos y a soñar más alto.
¿Y tus amuletos?
Siempre he sido muy supersticioso y tengo algunas cositas que son significativas para mí. Llevo tatuada la rosa de Ilia Topuria, campeón de peso ligero, de cuya filosofía he aprendido que tienes que creer que eres el mejor para ganar. Y un 639 que es código postal de mi pueblo, Sa Ràpita.
¿Hay vida después de Marsella?
Ahora mismo pienso poco en después de Marsella, pero diría que disfrutar del verano porque me han hablado de la depresión por juegos y creo que lo voy a pasar mal porque ahora estoy cinco días sin entrenar y ya mi cuerpo está que no puede más… no sé qué pasará si estoy un mes… pero quiero disfrutar del verano en casa con la familia y mis amigos y después volver a coger la tabla con más ganas que las que tengo ahora que son muchas. Y retomar la carrera que la he dejado para centrarme en los Juegos.
¿Dónde te ves de aquí a diez años?
¿De aquí a diez años?… tendré 29 años… no lo pensaba en mi vida. Ojalá que en Mallorca, no he encontrado un sitio mejor para vivir que en Mallorca, aunque las Islas Canarias me han gustado mucho. Espero haber terminado la carrera la verdad y me gustaría mirar atrás y ser consciente de lo que de lo que he conseguido, porque cuando lo vives vas a toda velocidad y no te das cuenta de lo que estás viviendo.
¿Qué representa el mar para ti?
Todo. He nacido en el mar, me he criado en el mar, vivo en el mar y voy a vivir en el mar. No me veo en un sitio que no esté a menos de dos minutos del mar caminando. El mar me ha inculcado todo en mi vida, la fuerza de voluntad, el respeto, porque tú no puedes alterar nada que venga del mar por mucho que lo intentes. Creo que le debo mi vida al mar y ojalá me siga tratando como me trata hasta ahora.
¿Te consideras impulsivo?
La verdad es que no, soy una persona bastante tranquila. En los momentos de presión tengo las cosas bastante claras, aunque luego haya fallos. Intento aprender lo máximo de todo lo que hago, sobre todo de los fallos que es de lo que se aprende.


